La causa del TDAH podría considerarse multifactorial, en la que intervienen factores genéticos en combinación con factores ambientales (Wilens TE, Biederman J & SpencerT, 2002; Wilens TE, Faraone SV & Biederman J, 2004).
En lo que respecta a los factores genéticos, distintos estudios familiares del TDAH encuentran la presencia del factor hereditario en casi el 80% de los casos. En contraste, cabe destacar, que la contribución estimada de factores no hereditarios es de solamente un 20%.
En el TDAH se observan alteraciones en la corteza prefrontal, ganglios basales, locus ceruleus, cerebelo y el sistema amígdala-hipocampo (Bush G et al, 1999).
Diversos neurotransmisores también están relacionados con las causas del TDAH. Entre ellos, la dopamina, el neurotransmisor responsable de nuestra sensación de placer, que influye en nuestro estado de ánimo, nuestro comportamiento y es esencial para regular nuestro metabolismo. La serotonina también estaría implicada, sobre todo, debido a su rol en el control de los impulsos, mediado por su acción sobre el eje mesolímbico-cortical (Mclean A et al., 2004)
Entre las causas ambientales, el TDAH está relacionado con algunos factores como la contaminación por plomo, el bajo peso al nacer y el consumo de tabaco y alcohol por parte de la madre durante el embarazo.