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8 Consejos para gestionar la ansiedad

Los estados de ansiedad pueden originarse por muchos motivos, tales como que la persona esté viviendo en ese momento una situación difícil personal, social o laboral. También pueden originarse por un trastorno relacionado, como por ejemplo la depresión. Por último, también debemos descartar que la ansiedad se pueda confundir con una patología orgánica como por ejemplo, un problema hormonal, una afectación cardiaca o digestiva. Aunque la mayoría de las veces la causa es psicológica es importante hacer un buen diagnostico por parte del médico y psicólogo.

En el caso de la ansiedad derivada de un problema psicológico, os detallo a continuación cómo gestionarla.

8 Consejos que os pueden ayudar a gestionar la ansiedad:

1) No obsesionarse con los síntomas físicos que nos produce la ansiedad.

Aunque la mayoría de las veces nos asustamos porque los síntomas tienen mucha intensidad, tenemos que saber que la ansiedad es el canal de comunicación que tiene nuestra mente para decirle a nuestro cuerpo que hay algo que nos está pasando que debemos solucionar. Hagámosle caso sin temor porque esta emoción, el miedo, produce que la ansiedad se incremente.

2) Cambia los “¿por qué me pasa esto…?” por “¿qué puedo hacer para solucionar esto…?»

No nos vayamos al pasado con la pregunta “¿por qué? para empezar a indagar en las causas, pueden ser muchas y a veces muy complejas. Tenemos que centrarnos en el presente y buscar alternativas para resolver las situaciones.

3) No soluciones esto solo.

El contacto con nuestros seres queridos es importante cuando estamos atravesando por situaciones de ansiedad. No te encierres en ti mismo y acércate a personas que te produzcan buenas sensaciones. Te ayudarán a darte una perspectiva de las cosas que puede que tu no hayas contemplado.

4) Respira bien.

La respiración es esencial para mantener un equilibrio mente-cuerpo. Cuando te encuentres con ansiedad, practica durante varias veces al día una respiración tranquila, abdominal y centrándote en el aire que entra y sale de tu cuerpo. Esto hará que la ansiedad disminuya y te sientas mas tranquilo.

5) Cuidado con el estrés.

Creemos que el estrés se produce cuando una persona tiene muchas actividades que le sobrepasan porque tiene la sensación de que no llega a realizarlas todas. Sí, estás situaciones producen estrés pero también lo produce cuando entramos en un estado de desgana, apatía, cuando no tenemos ilusión por las cosas y nos dedicamos a estar sin “hacer nada”.

6) Deporte sí pero moderado y sostenido en el tiempo.

Nuestro refranero dice “No por mucho madrugar amanece más temprano”, pues recojamos sus palabras y busquemos, para reducir la ansiedad, una combinación de deporte moderado y sistemático y un tiempo para el descanso, realizando como hemos comentado antes unos ejercicios de respiración.

 

7) Cuidado con querer tenerlo todo controlado.

Los hábitos y costumbres nos dan la sensación de seguridad y tranquilidad. Desear tener esas sensaciones nos llevan a pensar que en nuestra vida lo tenemos que tener todo controlado para sentirnos bien. Este pensamiento es erróneo porque no hay ninguna situación personal o de relación con los demás que podamos controlar en su totalidad. Debemos aprender a gestionar la incertidumbre con la confianza de que aquello que decidimos saldrá bien con esperanza, constancia y esfuerzo para que eso se produzca.

8) Cambia la palabra “preocupación” por “ocupación”.

La preocupación hace que nuestra mente la interprete de forma negativa, generando en nosotros unas sensaciones de miedo e incertidumbre que hacen aumentar los estados de ansiedad. Cuando aparezca en tus pensamientos la palabra “preocupación” sustitúyela por la frase “me voy a ocupar de….”. Este cambio en nuestro diálogo interno hace que nuestra mente se active para buscar soluciones, generando en nosotros un estado de autoeficacia y motivación.

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